martes, 24 de enero de 2012

El caso de la blackberry


Podemos encontrar infinitas citas a cerca de la amistad que, nos enseñan, a identificarla y comprobar en la práctica su veracidad.
Sin embargo, de bien poco sirven, si en el preciso instante que deberíamos, no nos acordamos de ellas.
Aprendemos con la experiencia, y la teoría no hace otra cosa que reflejar la realidad ya vivida.
-Ahora sé lo que quiero en la vida, me siento muy fuerte y feliz.
Afirmaba C1, entre risas y lágrimas, a su amiga C2 y a mí.
Es la conclusión esclarecedora a la que llegó tras lo que os cuento a continuación.

amigos
Antes un inciso: está muy bien que cada día aparezca un nuevo aparatito tecnológico  con el que poder hablar con los amigos, pero eso no implica que se utilicen como máscaras protectoras, cuando queremos decir algo incómodo, y somos tan cobardes que no nos atrevemos a decirlo a la cara.
Reconozco que más de una se ha escudado escribiendo un e mail o una carta en lugar de hablarlo en persona. Mal hecho.
Os pongo en situación: C1 y C2 estaban en casa de C1 pasando la tarde y ayudándose con el T.R. Son amigas desde los tres años, son casi como hermanas.
M,F  son supuestas amistades y G es otra amiga distinta.
Avisa la maquinita de C1, hay un mensaje:
-¿Está C2 contigo?- pregunta M
-No- contesta C1
- Es que te vamos a decir algo que no te va a gustar, pero no queremos que te enfades- interviene F.
- Como somos tus "amigas" te decimos la verdad -prosigue M
- No queremos que C2 venga al viaje, porque aunque sea tu amiga, no es nuestra amiga -vuelve a ser F.
- Y a la hora de hacer planes y organizarse puede haber problemas, porque a ella "le suda" todo- acaba M.
- No le digas nada de esto a ella y no llames a G para consultar, has de decidir por ti misma, esto no con ella- remata F.
Esto es el resumen de la parrafada vía blackberry
maquinitas
La respuesta de C1 fue: -no hay respuesta.
C1 y C2 se llevaron una decepción, sobre todo la primera, tanto es así que llegó incluso a transcendentales conclusiones sobre decisiones importantes  que, en esta etapa de su vida, debe tomar.
Y por fin de lo malo sacó lo bueno, madurando a golpes. Porque por mucho que te cuenten y te avisen, no aprendes hasta que no te pasa a ti. Los consejos sirven poco y a pesar de ello, los hay que te los imponen gratuitamente a todas horas y en todas partes. Aplícate el cuento, les digo yo, y deja de organizar la vida de los demás. ¿Quién se creen que son para decirte lo que has de hacer y quienes deben ser tus amigos?
Yo haría lo mismo, ignorarlas.
C1 y C2 serán siendo amigas pese a quien les pese.
Y finalizo aclarando que no estoy en contra de la blackberry, no tiene la culpa, ni de la tele, ni del ipad, ni de internet, no tienen la culpa.
Son los amigos que no lo son.




no te fies de nada ni de nadie

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