jueves, 5 de enero de 2012

Va de humos

algo se está quemando


En vista del éxito de la ley antitabaco, y lo bien que se han adaptado fumadores y no fumadores, unos mejor que otros, analicemos los cambios.
Unas terrazas que da gusto verlas

de lujo
con sus estufitas, sus mantitas, sus plantitas, tan calentitas y tan monas, artísticas incluso, me encantan.
Hemos salido ganando hasta los que tenemos mascota

qué monos
No les dejan entrar en casi ningún sitio, están medio marginados, pero ahora al menos no pasamos tanto frío. Es que, los compramos (mal hecho), los adoptamos, los traemos a la ciudad, los metemos en el piso, y les damos la vuelta a la manzana, o si están de suerte, van al parque (escasean las zonas verdes), y nos oyen decir:
-¡Qué bien viven los perros!
Mejor vivirían en el campo, cagarían a sus anchas y serían más felices.
Vuelta la harina al trigo, ¿qué culpa tiene el animalito si su dueño es un marrano y no recoge las cacas? ninguna.
No soy amiga de las prohibiciones
¿qué no está prohibido?
pero ante la mala educación y el incivismo...
¿Sabéis que hay hoteles donde están prohibidos los niños?
Es un despropósito angustioso, si no te gusta que te molesten ¿por qué molestas tú?
Ha disminuido el número de enfermos, el número de adictos, el número de fumadores pasivos, todo un logro.
Las tabacaleras deberían ir pensando en transformarse y adaptarse a los nuevos tiempos, no se saldrán con la suya, que vayan buscando otro oficio y beneficio.
helados, turrones, pastelillos...
Si los vendedores de las paradetas de las Ramblas lo han hecho, ellos también pueden, deben.




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