primero se asan los calçots |
a la que asistimos alumnos de la escuela que no nos veíamos desde hace más de 30 años.
La culpa es del facebook, hasta sin proponértelo encuentras a alguien, o peor, te encuentran. En mi caso, lo consiguieron, aunque hace varios años me cambié de nombre. El destino es muy caprichoso. Romper con el pasado es más difícil que dejar de acordarte de las cosas y de la gente.
Por mis palabras se deduce que no tenía claro que mi asistencia fuese necesaria. Das carpetazo al pasado y más tarde o más temprano te sale al encuentro de nuevo. Y las cosas, más, si te duelen, no se han de dejar a medias, es mejor enfrentarse a ellas y ganarles la carrera.
Por mis palabras se deduce que no tenía claro que mi asistencia fuese necesaria. Das carpetazo al pasado y más tarde o más temprano te sale al encuentro de nuevo. Y las cosas, más, si te duelen, no se han de dejar a medias, es mejor enfrentarse a ellas y ganarles la carrera.
se disponen en una teja junto a la salsa "romesco" (buenísima) |
Cuando por fin nos repartimos emprendimos el camino hacia Roda de Barà, donde nos recibió el resto, en la casa de una de las principales organizadoras. Más besos, abrazos, fotos.
Perplejidad.
se pelan con los dedos y se mojan en la salsa |
No sé los demás, pero para mí, más que ilusión fue una emoción intensa que duró horas.
A la mitad de ellos no los tenía presentes, algunos ni del nombre ni de la cara, pero como yo, había varios, pude comprobarlo. Mi pregunta fue: ¿te acuerdas de mí? y a continuación: ¿te acuerdas de todos?, las respuestas: sí y no. Nos reímos mucho. Guasa pura y dura.
Me quedo con un comentario que me hicieron: -han pasado los años pero la esencia de cada uno continúa...el que tuvo "retuvo".
El único familiar (estaban prohibidos) que asistió, fue el marido de la anfitriona y gracias a él comimos, se encargó del fuego, de asar los tallos de las cebolletas, la carne, la bebida...de la música del chic "chilaut"...
No sé los demás, o sí sé, porque yo no bebí alcohol, ni cerveza, ni vino, ni ron, tan sólo caté un sorbito de la bebida estrella "el gin-tonic de violeta", ganador de un más que merecido premio, ¡ah!, no fumé, ni siquiera la "cachimba" o pipa egipcia. Así pues, estuve en plenas facultades para observar los desvaríos y disparates a los que se iba llegando a medida que la fiesta iba avanzando.
Del: -¿Os acordáis cuando...? "¡BARULLO!"
Con 46 años y media vida de experiencias, no hubo ni uno sólo que desvariara más de lo estrictamente correcto. La del 67 fue una generación responsable y productiva, a pesar de las estrecheces.
Nos abrazamos, nos besamos, hicimos fotos, y descubrimos lo poquito y bien que hemos envejecido, algunos siguen con su misma carita risueña de siempre y otros con su mirada pícara, los alborotadores nos hicieron reír y los tímidos, ya no tan tímidos, colaboramos con nuestras risas.
- Y por último, para rematar, vimos una cinta de cuando las niñas iban a bailar a la parroquia.
Se nos hicieron las tantas, tanto como para atreverse a proponer que la próxima nos fuésemos, familias incluidas, de camping o a una casa de colonias...
Alucine.
Llegué a mi casa pasadas las 22h., medio muerta, tanto es así que, en ese momento de cansancio absoluto, pensé que si hacían otra, conmigo no contasen.
Me dormí y dormí, y el domingo tenía la cabeza llena de gente que iba y venía, me pasé gran parte del día hablando de la reunión. Hoy, que ya estoy mejor, me alegro mucho de haber ido, fue una experiencia inolvidable y he creado un recuerdo en mi mente distinto al que tenía, más lindo y positivo. Mi crecimiento personal se ha enriquecido y me gustaría haber participado regalando instantes de felicidad a mis antiguos compañeros, espero y deseo que nuevos amigos (pensamiento compartido) a partir de ahora.
y por último se tragan |
No sé los demás, o sí sé, porque yo no bebí alcohol, ni cerveza, ni vino, ni ron, tan sólo caté un sorbito de la bebida estrella "el gin-tonic de violeta", ganador de un más que merecido premio, ¡ah!, no fumé, ni siquiera la "cachimba" o pipa egipcia. Así pues, estuve en plenas facultades para observar los desvaríos y disparates a los que se iba llegando a medida que la fiesta iba avanzando.
Del: -¿Os acordáis cuando...? "¡BARULLO!"
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follón, revoltillo, jaleo, embrollo |
Nos abrazamos, nos besamos, hicimos fotos, y descubrimos lo poquito y bien que hemos envejecido, algunos siguen con su misma carita risueña de siempre y otros con su mirada pícara, los alborotadores nos hicieron reír y los tímidos, ya no tan tímidos, colaboramos con nuestras risas.
- Y por último, para rematar, vimos una cinta de cuando las niñas iban a bailar a la parroquia.
Se nos hicieron las tantas, tanto como para atreverse a proponer que la próxima nos fuésemos, familias incluidas, de camping o a una casa de colonias...
Alucine.
Llegué a mi casa pasadas las 22h., medio muerta, tanto es así que, en ese momento de cansancio absoluto, pensé que si hacían otra, conmigo no contasen.
¡qué agotamiento! físico y mental |
Bravo Gina!!!!
ResponderEliminarUn enorme placer contar con tu presencia, y por supuesto, a la próxima te vemos!!!
Un besote!!!
Me encanta como has ido introduciendo en la historia la tradición de los calçots!
ResponderEliminarMe alegro que hayas podido transformar los malos recuerdos. Fue un encuentro muy potente, había muchas ganas de que saliera bien, y salió, no bien, sino perfecto!