El caso es que vuelvan

Después de las vacaciones de verano

cuidado con los sablazos

espero que regresen, el intermedio, salvados y compañía.

No es justo que nos abandonen en este tremendo momento de ceguera desapasionada. Aunque lo cierto y a pesar del pueblo llano, que lo que necesita desesperadamente son soluciones, es que de reunión en reunión y tira por que me toca, muchas cumbres y asambleas pero seguimos empeorando y con alarma de que el empeoramiento empeore. Eso sí, la final, si es que llegan a jugarla, no se la pierde nadie.

¿al trabajo?
¡qué suerte!

Que no se pierdan por ahí en ninguna isla y que no se derritan, que se tomen un tiempo vale, pero que ni se les ocurra pirarse a por tabaco.

¿Y si resulta verdad y a la vuelta nada ha cambiado? ¡menudo chasco!.

¿Y si además de reponer las series nos repiten también las peligrosas apariciones de Mariano? ¡oh, no!

Bueno, son escasas, las tendrán que juntar con las de su batallón de mozas medievales, en un pack del horror o del llanto o de la risa.

Existe otra posibilidad, por remota que os parezca, igual cuando vuelvan han de ir al banco, ¿a sentarse? ¡no!, a que les cambien los euros por pesetas para ir al Prat a jugárselas, por eso de la suerte del novato.

Es probable que se les haya acumulado la faena y no sepan por donde empezar a contarnos las noticias.

No es imposible que pasen cosas, que sucedan hechos trascendentales en su ausencia. De hecho, siempre toman las decisiones a traición y en su corralito, no sea que les salga el torito y les de un cornazo.

algunos están de vacaciones todo el año

¿Se irá también Iñaki?

Todos los buenos nos abandonan cuando llega el calor, y ¿qué hacemos mientras tanto? ¿darnos duchas de agua fría que van bien pa los sofocos?

El caso es que mis coleguis se acaban de ir y ya los echo de menos, el caso es que vuelvan.