lunes, 14 de mayo de 2012

Hoy "las bicicletas holandesas"

Una de las cosas que primero me llama la atención al llegar a Amsterdam es la cantidad de cajeros de ING que hay por todas partes, lo del naranja, ahora lo entiendo.
¡vaya invento!
Fue en 1875 cuando Karl von Drais, un "alemán" ahorrador, creó el artefacto.
Su uso está generalizado en casi toda Europa, siendo en países como HolandaSuizaAlemania, algunas zonas de Polonia y los países escandinavos uno de los principales medios de transporte. En Asia, especialmente en China y la India, es el principal medio de transporte. Todo esto es una copia exacta de Wikipedia, para que conste, información necesaria para entender mi comentario de hoy.
otro que se apuntó el tanto fue éste "francés",  Pierre Michaux
Lo pilláis, entre un alemán y un francés... luego lo chinos que son unos copiones y después el resto. Y los peatones son los últimos hasta en Holanda de donde hemos vuelto sanos y salvos ¡milagro!.

¿eh? ¿de quién?
¿de quién son las aceras?
Lo prometido es deuda, aquí tenéis mi comentario y alguna foto sobre nuestra escapada a Amsterdam, la ciudad naranja por un día y medio. La fiesta de la reina o el botellón holandés, da su comienzo la víspera y finaliza al anochecer del día siguiente. Las horas de en medio están dedicadas a pecar, beber, comer, cantar y bailar. Una vez al año dan rienda suelta a los vicios dejándose los restos. 
aperitivo: amstel con bombas 
Es en serio, lo que en España serían las olivas y las patatas de bolsa, allí las "bitterballen"
la cena es su fuerte
Cenan pronto, muy pronto, entre las 18 h. y las 19 h., supongo que para digerir bien antes de irse a dormir. Los desayunos son todavía más "heavys", los omito, lo único que se salva son los quesos. Otro milagro: la maleta pesaba dos kilos más de lo permitido, así que tuvimos que sacar los quesos, allí mismo, delante de toda la cola, mi amante acompañante se moría de vergüenza, pero a mí, que me da igual hacer el ridículo, me pareció una experiencia graciosa y productiva, aprendimos la lección, no traerse de recuerdo tanto queso.
En cuanto al barrio rojo, pasamos por allí, también por los coffeshops y entramos en una tienda donde podías comprar drogas, curiosidad más que otra cosa, chafardería hortera. No me arrepiento de haber ido pero no volvería a ir, está bien que el quiera pueda, las prohibiciones no son otra cosa que un empujón al desquite.



canales de Jordaan
Las casas están "retorcidas" en el barrio donde nos alojamos, lo recomiendo encarecidamente, un apartamento en Jordaan y a descubrir la ciudad, sin ruidos, en el centro y por culpa de los canales, no hay casi tráfico, sólo barcas y bicis, es un encanto.
Es la medida ideal (eixample en forma de tela de araña) y si no fuese por el frío, se nota que el mar del norte está cerca, me iría a vivir allí, porque allí se vive bien o esa es la impresión que nos hemos llevado. Montaría una tienda chula con horario de 11 h. a 18 h. y desayunaría apple cake (pastel de manzana).En resumidas cuentas, hemos visitado Amsterdam y no hemos alquilado bicis ni montado en barco ni entrado en ningún museo, eso sí,  hemos bebido cerveza a vuestra salud, y muy especialmente a la salud de los indignados.




1 comentario:

  1. Jajaja!! Muy bueno Gina lo de los quesos... Isa tambien habría llenado la maleta de quesos y más quesos. Menudas ratonas estais hechas.
    En el Pais del viernes pasado venía un reportaje sobre Amsterdam. Nos acordamos mucho de vosotros: se ve como dices que es una ciudad joven, alegre... una Venecia con mucha marcha!!
    Muchos besitos para todoooooss... que ya queda menos!!

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