jueves, 3 de abril de 2014

El caso es que "respiramos barro"

llueve marrón
No es la primera vez ni será la última que cae del cielo agua que lo ensucia todo todavía más. Me viene entonces una idea retorcida a la mente:
Si el cielo está así ¿cómo estará el infierno?
llueven ladrillos
Me importa poco, la verdad, ahora lo peor es la terrible situación y deterioro que existe entre uno y otro, donde estamos sobreviviendo y respirando barro cada día.
Me preguntaba por qué gastaban tanto en enviar cohetes al espacio en lugar de emplear el dinero en ayudar a los más desfavorecidos, en investigar enfermedades, en cosas reales y de primera necesidad. Eso era antes, ahora ya sé que después de destruir La Tierra han de tener un buen escondite donde meterse para que no acaben con ellos las razas supervivientes. 
dos que están preparando la puerta giratoria
Todo lo que sigue a continuación creo que ya lo he dicho en alguna ocasión, pero como viene al caso, lo repito y así introduzco mi reflexión.
Es interesante observar a la gente, en mi caso es la genética, quiero decir que lo llevo en la sangre, lo heredé, no hay nada que hacer, es innato y no me molesta. Otra cosa es el objeto o sujeto de mi observación, y mi marido que se da cuenta del descaro involuntario y no lo soporta. Bueno, el que se pica...ajos come. No voy a ir con los ojos cerrados o tapones en los oídos, ya bastante esfuerzo me cuesta no increpar a los ciclistas que van por las aceras apartándote. Es intolerable y sin embargo pasan de todo, como por la noche en verano cuando has de dormir con las ventanas abiertas y los vecinos tienen la tele a todo volumen o están en la terraza de cháchara y nadie se queja, histérica me pregunto ¿a nadie le molesta?.
No es paciencia, si fuera paciencia....
Es pasotismo absoluto.
Veo unos "guiris" despistados con el mapa y voy directa, a eso me refiero, a no ir siempre a "nuestra bola" porque un día necesitaremos ayuda y entonces igual no hay nadie. Que en ocasiones me meto donde no me llaman o no sirve para nada mi intervención, pues prefiero que sobre a que falte.
A uno solo le cuesta más y más si en el aire nos meten lo que nos meten, y en la mente ....

Y hasta de lo "malo" se aprende algo bueno:

¿qué somos?
un equipo

































































llueve marrón
No es la primera vez ni será la última que cae del cielo agua que lo ensucia todo todavía más. Me viene entonces una idea retorcida a la mente:
Si el cielo está así ¿cómo estará el infierno?
Me importa poco, la verdad, ahora lo peor es la terrible situación y deterioro que existe entre uno y otro, donde estamos sobreviviendo y respirando barro cada día.
Me preguntaba por qué gastaban tanto en enviar cohetes al espacio en lugar de emplear el dinero en ayudar a los más desfavorecidos, en investigar enfermedades, en cosas reales y de primera necesidad. Eso era antes, ahora ya sé que después de destruir La Tierra han de tener un buen escondite donde meterse para que no acaben con ellos las razas supervivientes. 
dos que están preparando la puerta giratoria
Todo lo que sigue a continuación creo que ya lo he dicho en alguna ocasión, pero como viene al caso, lo repito y así introduzco mi reflexión.
Es interesante observar a la gente, en mi caso es la genética, quiero decir que lo llevo en la sangre, lo heredé, no hay nada que hacer, es innato y no me molesta. Otra cosa es el objeto o sujeto de mi observación, y mi marido que se da cuenta del descaro involuntario y no lo soporta. Bueno, el que se pica...ajos come. No voy a ir con los ojos cerrados o tapones en los oídos, ya bastante esfuerzo me cuesta no increpar a los ciclistas que van por las aceras apartándote. Es intolerable y sin embargo pasan de todo, como por la noche en verano cuando has de dormir con las ventanas abiertas y los vecinos tienen la tele a todo volumen o están en la terraza de cháchara y nadie se queja, histérica me pregunto ¿a nadie le molesta?.
No es paciencia, si fuera paciencia....
Es pasotismo absoluto.
Veo unos "guiris" despistados con el mapa y voy directa, a eso me refiero, a no ir siempre a "nuestra bola" porque un día necesitaremos ayuda y entonces igual no hay nadie. Que en ocasiones me meto donde no me llaman o no sirve para nada mi intervención, pues prefiero que sobre a que falte.
A uno solo le cuesta más y más si en el aire nos meten 

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