martes, 28 de agosto de 2012

El caso de las salidas nocturnas

como cagar en la piscina del vecino del ático
Nuestro vecino de delante tiene una terraza con impresionantes vistas al mar, aún así, se hizo poner una piscina (pequeña pero piscina al fin y al cabo), para deleitarse del placer de estar en remojo mientras contempla el mar. Todo perfecto hasta que aparecieron las "palomas", o mejor dicho, las aves descubrieron el oasis donde poder beber y refrescarse y, de paso, cagar a gusto. Sin necesidad de libro de instrucciones saben perfectamente dónde, cómo y cuándo hacer sus necesidades. 
Así empezó la batalla sin freno entre el humano y "els coloms". Les ha puesto todos los métodos espantapájaros que os podáis imaginar, cada mañana al subir a nuestra terraza y mirar hacia la suya, es imposible no hacerlo, alucinamos más y más, vallas, redes, hilos...inventos que no sirven de nada. Son muy listas las "bichas" y se cuelan descaradamente dejando su huella corrosiva.
cierra la boca y tapa la piscina
Es que les ha puesto la golosina "a huevo" y no son tontas. Lo mejor será que se deje de atajos y cubra la bañera, a ver si así "todos" vivimos más relajados.
Cambiando de tema y siguiendo con "alas", las que les damos a nuestros cachorros para que vuelen libres:
¿error? grave error. Cumplen los 18, la esperada "mayoría de edad", más soñada por los propios padres, por lo menos en mi caso, y te crees que por fin te dejará un poquito en paz, será más independiente y esas cosas que te liberan una "miaja" de las responsabilidades adquiridas, para siempre jamás. Inocentes y engañados por nuestros retoños caemos en la trampa, la libertad otorgada se convierte en una serie de inconvenientes y molestias terribles, por no hablar de las preocupaciones que nos genera que se estén toda la noche por ahí, de juerga.
estos tienen suerte que pueden localizarlo
 Tú les dices: -no lleguéis muy tarde. Y ya las "cagao", llegan cuando amanece y por turnos y lo hacen por todo lo alto, la palabra más idónea para describirlo es ésa, "alto": llaman al timbre, al móvil, dan portazos, encienden las luces aunque sea casi de día, las apagan, las vuelven a encender, entran en tu cuarto buscando tu móvil, te despiertan, les preguntas y no te contestan, otro portazo y más luces, te vuelven a despertar cuando suena el despertador y no atinan a apagarlo....conclusión, los hijos son un "coñazo" desde que nacen hasta que te mueres, es la verdad. Y las salidas nocturnas son el colmo que del vaso rebosa y te moja y te remoja.
nada de salidas nocturnas


-Dame dinero (se creen que cae del cielo o qué)
-No tengo llaves, no las encuentro (pues te quedas en la calle)
-¿Me dejas el móvil? el mío no va (no lo busques, no lo cargues, ¿para qué?)
-¡Cierra la puerta! (tranquilo que no te molesto, duerme que ya te despertarás cuando tengas hambre)

A mi vecino, el de las aves cagonas, le recomiendo que se compre una Chispa, dos ladridos y adiós palomitas.




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