viernes, 25 de abril de 2014

El caso de "las firmas"

Ayer pasé una tarde que recordaré mientras viva.
Quizás por estos momentos vale la pena vivir.
si Cervantes levantara la cabeza....
Sant Jordi es un día de fiesta aunque no sea festivo, es mejor que cualquier domingo o festivo eclesiástico-dictatorial (véase el calendario, acabamos de pasar la penitencia de semana santa sin ir más lejos).
Y de momento, pese a quien pese, es un éxito rotundo: los libros y las rosas son los protagonistas.
De las rosas no voy a hablar porque no tengo suficiente información para levantar polémica, son flores, ¿y qué se hace con las flores? ¿para qué sirven?
la banderita como si no estuviera
la comida no tiene patria, es universal
Bueno, en verdad, sí tengo algo, ¿hasta dónde somos capaces de llegar con nuestra imaginación culinaria?. Mi marido fue a comprar hamburguesas a la carnicería, le vendieron las de ternera con queso de cabra, las de cordero con romero y otras nuevas especiales. Mi paladar es fino, pero no tanto como para adivinar el ingrediente secreto: ternera con rosas...

De las procesiones y actos religiosos acontecidos recientemente, tampoco voy a comentar nada, ya han tenido bastante publicidad y derroche informativo en todos los medios de comunicación. 

De los libros me gusta "todo" y es uno de mis temas favoritos. De los libros y las firmas.

mares y océanos llenos de sabiduría
Nuestros objetivos eran dos, conseguir la firma de Revilla, la excepción hecha político cántabro, y la de Donna Leon, escritora auténtica y madre del comisario Brunetti. Con los libros nos fuimos a Rambla de Catalunya y fue llegar y besar el santo, como dicen los cristianos. Entre un pelotón de admiradores conseguimos meternos a empujones casi en primera fila, aguanté el tipo como una jabata y gracias a la ayuda incondicional de mi guardaespaldas personal, y en un momento lo tuvimos delante, tal cual, igualito que en la tele, colorao como un tomate, sonriente, un encanto, firma, fotos y lo que haga falta,¡madre mía, qué hombre!
Mejor dicho, ¡qué hombres!
los tuve tan cerca...
David es..., no tengo palabras, con deciros que no llevaba el libro y él me abrió uno (le quitó él mismo el plástico, con sus llaves) y me lo dedicó. Me hizo la pregunta: -¿cómo te llamas?
-Gina.
-¿Cómo Gina Lollobrigida?
Me fijé en sus manos, sus dedos y sus uñas, en como escribía artísticamente su dedicatoria y nos hicimos la foto. Todavía me dura la sensación de estar en una burbuja, el entusiasmo de tener tan cerca, por unos minutos, a una persona con la que conecto y coincido en mis pensamientos y
opiniones.
-¿Dónde pagamos el libro?
-¡Ah, no sé, por allá están las cajas!
Confió en que iríamos a pagarlo, y lo hicimos, no somos tontos, sino honrados y consecuentes.


vivir es fácil con los ojos cerrados
 -Trueba  fue un imprevisto formidable, sin ser uno de nuestros objetivos.

Y por último la escritora italiana (nacida norte-americana) famosa por su serie de intriga ambientada en Venecia. Cola "ordenada" de sus lectores y llegó por fin, la noté cansada, después de todo el día no me extraña, amable y correcta. Pensé que como viene tanto por Barcelona, alguna palabra sabría en catalán o castellano, pero no. Le di las gracias.
Otras veces la he tenido más cerca, nunca cercana, yo ya me entiendo.

Para ser la primera vez que nos da por ir a que nos firmen los libros el día de Sant Jordi el resultado fue de expertos acostumbrados a semejantes lides.

miércoles, 9 de abril de 2014

El caso de "la gordita"

la bella y la bestia

Gordita: diminutivo de gorda
Gorda: de abundantes carnes, grueso y corpulento, voluminoso...
¿Es un insulto o descalifica llamar a alguien "gordita"?
¿Sí o no?

Alfonso Rojo
El presentador que reaccionó "muy tarde", demasiado tarde
Iñaki tío reacciona, que estás en la inopia
echando flores a los cerdos

-"Está usted muy gordita para el hambre que se está pasando"
-¡Fuera del programa pero para siempre!

La ganadería de extrema derecha no tiene solución, ellos mismos sin excepción van delatando sus instintos más bajos.
Diría que no se puede ser más burro, pero ¡qué culpa tendrán los burros!
¡milagro!
entre tanto "monstruo" apareció sor Lucía

Todos son igual de maleducados, están todos cortados por el mismo patrón, el de la prepotencia y la falta de respeto, no son personas humanas, son una raza indeterminada, acomplejada por un sentido exagerado de la superioridad, creen  que están por encima del bien y del mal y no deberían mezclarse con simples ciudadanos mortales. No sea que se subleven y vayan a la puerta de su casa a molestar. Son realmente perversos.
Es cierto que no debemos ponernos a su altura, es que no podemos, nosotros sí tenemos un mínimo de sensibilidad. Y si no que se lo pregunten al presentador de la Sexta Noche, le dolió en el alma tener que echar a uno de ellos, muy mal me parece que tardara tanto...

¡horror!!
¿éstas no están gorditas?
será porque comen en restaurantes de autor minimalista
Conclusión: se puede ser tonta, impertinente, esquelética, hipócrita, torpe, mujer y darse a la fuga....pero no se  puede ser lista ni inteligente y mucho menos "gorda".

jueves, 3 de abril de 2014

El caso es que "respiramos barro"

llueve marrón
No es la primera vez ni será la última que cae del cielo agua que lo ensucia todo todavía más. Me viene entonces una idea retorcida a la mente:
Si el cielo está así ¿cómo estará el infierno?
llueven ladrillos
Me importa poco, la verdad, ahora lo peor es la terrible situación y deterioro que existe entre uno y otro, donde estamos sobreviviendo y respirando barro cada día.
Me preguntaba por qué gastaban tanto en enviar cohetes al espacio en lugar de emplear el dinero en ayudar a los más desfavorecidos, en investigar enfermedades, en cosas reales y de primera necesidad. Eso era antes, ahora ya sé que después de destruir La Tierra han de tener un buen escondite donde meterse para que no acaben con ellos las razas supervivientes. 
dos que están preparando la puerta giratoria
Todo lo que sigue a continuación creo que ya lo he dicho en alguna ocasión, pero como viene al caso, lo repito y así introduzco mi reflexión.
Es interesante observar a la gente, en mi caso es la genética, quiero decir que lo llevo en la sangre, lo heredé, no hay nada que hacer, es innato y no me molesta. Otra cosa es el objeto o sujeto de mi observación, y mi marido que se da cuenta del descaro involuntario y no lo soporta. Bueno, el que se pica...ajos come. No voy a ir con los ojos cerrados o tapones en los oídos, ya bastante esfuerzo me cuesta no increpar a los ciclistas que van por las aceras apartándote. Es intolerable y sin embargo pasan de todo, como por la noche en verano cuando has de dormir con las ventanas abiertas y los vecinos tienen la tele a todo volumen o están en la terraza de cháchara y nadie se queja, histérica me pregunto ¿a nadie le molesta?.
No es paciencia, si fuera paciencia....
Es pasotismo absoluto.
Veo unos "guiris" despistados con el mapa y voy directa, a eso me refiero, a no ir siempre a "nuestra bola" porque un día necesitaremos ayuda y entonces igual no hay nadie. Que en ocasiones me meto donde no me llaman o no sirve para nada mi intervención, pues prefiero que sobre a que falte.
A uno solo le cuesta más y más si en el aire nos meten lo que nos meten, y en la mente ....

Y hasta de lo "malo" se aprende algo bueno:

¿qué somos?
un equipo

































































llueve marrón
No es la primera vez ni será la última que cae del cielo agua que lo ensucia todo todavía más. Me viene entonces una idea retorcida a la mente:
Si el cielo está así ¿cómo estará el infierno?
Me importa poco, la verdad, ahora lo peor es la terrible situación y deterioro que existe entre uno y otro, donde estamos sobreviviendo y respirando barro cada día.
Me preguntaba por qué gastaban tanto en enviar cohetes al espacio en lugar de emplear el dinero en ayudar a los más desfavorecidos, en investigar enfermedades, en cosas reales y de primera necesidad. Eso era antes, ahora ya sé que después de destruir La Tierra han de tener un buen escondite donde meterse para que no acaben con ellos las razas supervivientes. 
dos que están preparando la puerta giratoria
Todo lo que sigue a continuación creo que ya lo he dicho en alguna ocasión, pero como viene al caso, lo repito y así introduzco mi reflexión.
Es interesante observar a la gente, en mi caso es la genética, quiero decir que lo llevo en la sangre, lo heredé, no hay nada que hacer, es innato y no me molesta. Otra cosa es el objeto o sujeto de mi observación, y mi marido que se da cuenta del descaro involuntario y no lo soporta. Bueno, el que se pica...ajos come. No voy a ir con los ojos cerrados o tapones en los oídos, ya bastante esfuerzo me cuesta no increpar a los ciclistas que van por las aceras apartándote. Es intolerable y sin embargo pasan de todo, como por la noche en verano cuando has de dormir con las ventanas abiertas y los vecinos tienen la tele a todo volumen o están en la terraza de cháchara y nadie se queja, histérica me pregunto ¿a nadie le molesta?.
No es paciencia, si fuera paciencia....
Es pasotismo absoluto.
Veo unos "guiris" despistados con el mapa y voy directa, a eso me refiero, a no ir siempre a "nuestra bola" porque un día necesitaremos ayuda y entonces igual no hay nadie. Que en ocasiones me meto donde no me llaman o no sirve para nada mi intervención, pues prefiero que sobre a que falte.
A uno solo le cuesta más y más si en el aire nos meten