
Cuando llegan las fiestas impuestas y has de descansar y relajarte por obligación o ponerte las bambas y correr sin parar para quemar calorías o no quemarte de aburrimiento...porque no todos hemos ido a la playa ni a una casa rural, ni siquiera el coche se ha movido del parquing....ya no hablar de viajes en ave o avión, que para el caso es igual de caro. Cuando llegan estos días eternos, me siento como un turista más en mi ciudad.

La urbe vacía, casi muerta. Como bien nos informa Ada, la burbuja turística se apodera de cada rincón y nuestra intimidad desaparece, es cuestión de segundos, nuestros amigos de la Barceloneta os pueden concretar, dar detalles, son expertos pese a su marcada resistencia.
El resto del reino es otro mundo que se divierte en las calles viendo como pasan unas figuras floridas muy bien decoradas al son de los tambores, trompetas y demás artilugios sonoros, poco silencio y recogimiento y mucha fiesta.

Enciendes la tele y te los encuentras, pongas la primera o la quinta, y cambias de cadena y otra vez, ahí están, para librarte de verlos has de cerrar los ojos o la pantalla. Volvemos al siglo XII, ¡ah, que nunca salimos de la edad media!
Se acabó y la mayor parte de la población lo estaba deseando, los que se han ido y tienen criaturas ya contaban los minutos que faltaban para llevarlos al cole, rogando para que no se pusieron enfermos precisamente el última día de vacaciones. Los que no nos hemos ido y no tuvimos que hacer números y cuentas para llegar a casa sin caravana y algo suelto, también contamos los minutos para que abrieran las tiendas y se restableciera la rutina.
Me da la impresión que los medios de comunicación ofrecen imágenes, entrevistas y comentarios de cuando la otra burbuja, de aquéllos prósperos años, vamos, que no son actuales, en el 2015 la gente corriente ha vuelto al pueblo, a sus segundas residencias, los afortunados que las tienen, ha cazado alguna oferta por internet o en el último minuto se ha lanzado a la aventura visitando un camping en plena naturaleza...escondida en el piso del eixample donde resido estas opciones me parecen más posibles.